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lunes, 7 de marzo de 2011

CENTURIA 5: CUARTETA 37-38-39-40


XXXVII

Trescientos estarán en una voluntad y acuerdo,
Que para venir al fin de su espera,
Viente meses después todos y recuerdos,
Su Rey traicionado simulando odio fingido.

Original

Trois cens seront d'vn vouloir & accord,
Que pour venir au bout de leur attainte,
Vingt mois apres tous & record
Leur Roy trahy simulant haine fainte.


Un clásico es ese número 300, me hace recordar la epopeya de las Termópilas.
Dentro del primer verso el concepto “seront”• que se traduce como serán se permite sinonimizarlo por estarán lo cuál es más cómodo. Pero, podemos cambiarlo por pertenecerán. La combinación “d’vn” se traduce como “de una”. “Voluntad” es un concepto que se puede reemplazar por brío, carácter, arrojo, energía. El concepto “cens” deriva en el francés “cent”.

Del mismo modo el concepto “acuerdo” se puede sinonimizar por alianza, convenio, pacto, unión. El verso primero diría:

“Trescientos pertenecerán (por) voluntad y alianza”

El segundo verso nos dice: “Que para venir al fin de su espera,”.
El concepto “pour” que es una preposición puede actuar si es relativo a causa como “por”.El concepto “attainte” deriva en la palabra francesa actual “attendre” que se traduce como esperar. El concepto “venir” lo podemos cambiar por comparecer, asomarse, aparecer, manifestarse, Sin embargo, el concepto que más se le acerca a partir de “con su espera” es “expectación”. Etc. Sin embargo, la combinación “venir au bout” se actualiza al francés actual con las frases “venir à bout”. Que se traduce como “acabar con”. O bien, “au bout de” que se traduce como “al cabo de”. En el primer caso la frase diría:

“que por venir a acabar con su expectación”

Y para el segundo caso diría:

“que por venir al cabo de su expectación”

En ambos caso observan que estos trescientos han esperado su momento. El concepto “venir” alude indirectamente a travesía, movimiento, traslado.

El tercer verso continúa y en este caso explica cuál es el sentido de su espera. El tercer verso dice:

“Veinte meses después todos y recuerdos,”

Es decir, 20 meses, o mejor dicho un año y ocho meses. El concepto “apres” alude a paso del tiempo. El concepto “todos” está referido a esos “trescientos” Y actúa como tal como un pronombre. El concepto “recuerdos” apunta a memoria, remembranzas. Cambiemos y mejoremos la sintaxis:

“(Y) después (de) veinte meses todos y recuerdos

Curiosa la sintaxis que se origina con el concepto “&” Se supone que es “y” y puede corresponder a un pronombre. Y, como pronombre, sustituye a un complemento introducido por preposiciones de lugar à (o derivados au, aux), en, dans, chez, sur, sous, etc.: Y se aplica a cosas, lugares, ideas o animales, pero nunca a personas, en cuyo caso usamos los pronombres tónicos o pronombres en función de complemento.

En consecuencia, puede actuar como pronombre. Y en este caso sustituye a “ellos”

El último verso dice: ”Su Rey traicionado simulando odio fingido.”

El concepto “su” es que se refiere a esos 300. El concepto “simulando” lo podemos cambiar por aparentando. El concepto “odio” se cambia por rabia, ira. Asimismo el concepto “fingido” lo reemplazamos por imaginario, dado que es sinónimo de “simulando” y debemos distanciar ambos conceptos sin perder de vista la idea central. “Rey” lo podemos cambiar por gobernante, dirigente, presidente, primer ministro. Dado que actualizamos si es que corresponde el tipo de gobierno que tiene el país que Nostradamus intenta mencionarnos.

“su gobernante traicionado aparentando rabia imaginada”

Juntemos todo ahora:

“Trescientos pertenecerán (por) voluntad y alianza
Que por venir al cabo de su expectación,
Veinte meses después todos y recuerdos,
Su gobernante traicionado aparentando rabia imaginada”

Los conceptos “Voluntad” y “alianza” deducen de inmediato una suerte de cofradía o grupo o hermandad muy ligada por convicciones (“voluntad”).En consecuencia, el concepto “voluntad” puede sinonimizarse con el concepto “fe”. Por otra parte, no existe organización de países cuyo número sea el que Nostradamus menciona, por tanto, se refiere a un grupo humano. La idea que refiere “al cabo” se refiere al término, al fin.

Hablemos algo de la colonización de América del norte y de René Robert Cavelier Sieur de La Salle, explorador francés célebre por sus incursiones en América del Norte donde recorrió la región de los Grandes Lagos de los Estados Unidos y de Canadá, después el río Misisipi, explorando los territorios situados entre la región de Quebec y el delta del Misisipi.
Cavelier de La Salle nació en Ruán el 22 de noviembre de 1643 y murió el 19 de marzo de 1687 al sur de la entonces colonia francesa de Luisiana, cerca de donde actualmente se encuentra la ciudad de Navasota, en el estado estadounidense de Texas. La Salle hizo tres viajes a América . La cuarteta nos habla del tercero.

Es el rey de Francia Luis XIV, al que España acaba de declararle la guerra en octubre de 1683, el que aporta los fondos necesarios para montar una expedición con el fin de asegurarse un mejor control de Francia sobre América del Norte, y también para vigilar las minas de plata de México que alimentan las cajas de Carlos II de España. A su regreso en 1684, La Salle ostenta el título de Gobernador de Luisiana y encabeza una gran expedición con el fin de establecer una colonia francesa en el Golfo de México, en la desembocadura del río Misisipi, compuesta de cuatro barcos y 300 colonos incluyendo militares. (“Trescientos pertenecerán (por) voluntad y alianza”)

El Rey Sol le concede el buque de guerra Joly y una amplia barcaza —una especie de pequeña fragata— el Belle. Para transportar a estos colonos, soldados y la tripulación, sin contar la carga, La Salle debe alquilar otros dos buques: la fragata Aimable y el ketch Saint-François.

La expedición padecerá ataques de los piratas, indios hostiles y errores de navegación. El Saint-François se pierde frente a corsarios españoles en las Indias Occidentales, a la altura de La Española. (“que por venir al cabo de su expectación”) La expedición sobrepasa la desembocadura del Misisipi y continúa durante dos semanas a lo largo de la costa hacia el oeste, llegando cerca de la bahía de Matagorda, Texas. La Salle se da cuenta de su error y decide hacer escala en la bahía. En el momento de la maniobra para entrar en la bahía el Aimable encalla sobre un banco de arena. Finalmente, los colonos establecen el Fuerte San Luis cerca de Victoria, en Texas. El Joly regresa a Francia, en marzo de 1685, una vez desembarca su carga. La expedición cuenta entonces sólo con un buque, la Belle.

La Salle continúa con su exploración, esta vez hacia el este para intentar encontrar el Misisipi. Desgraciadamente para él, está a más de 600 km. del río. En una expedición, su último barco, el Belle, es atrapado en una tempestad y encalla en la bahía de Matagorda en febrero de 1686. Durante la tercera expedición a pie, intentando localizar la desembocadura del río Misisipi, los 36 hombres que le acompañaban se amotinan y él es asesinado el 19 de marzo de 1687 cerca de Navasota. (“Su gobernante traicionado”) La Salle fue asesinado por Pierre Duhaut en una emboscada mientras hablaba con el señuelo de Duhaut, Jean L'Archevêque. Pero profundicemos:

En la mañana del 19 de marzo 1687, La Salle, fue advirtió a La Salle por sombríos presentimientos- Sin embargo desoyó esos presentimientos. Y prosiguió caminando hacia el lugar de la emboscada junto a Jean L'Archevêque

Los asesinos tenían tan fuerte resentimiento contra La Salle, su jefe. Y Duhaut, en particular, que además de ser su acreedor le acusaba de la desaparición de su hermano Dominique, Mientras que el explorador se acercaba, Duhaut estaba en espera, agazapado en la hierba alta, con su fusil. La Salle le preguntó a Jean L'Archevêque por la suerte de su sobrino. Que era lacayo de Duhaut.

Descaradamente, Jean L'Archevêque, le respondió que su sobrino estaba a la deriva en algún lugar de un arroyo cercano. Con un gesto de cólera repentina, La Salle se volvió hacia su acompañante. (“aparentando rabia imaginada”).

Se escuchó un disparo. El descubridor se desplomó, muerto, con una bala en la cabeza. Los conspiradores empezaron a insultar el cadáver, lo desnudaron y lo dejaron desnudo en un matorral, para ser devorado por animales salvajes. Luego se apoderaron de las posesiones de La Salle.

La colonia perdurará sólo hasta finales de 1688, cuando los indios karankawa masacran a los 20 adultos que seguían habitando el fuerte y toman a cinco niños como cautivos. Al enterarse de la noticia, en 1689 Tonti envía varias misiones de búsqueda, pero no se encontró a ningún superviviente. (“Veinte meses después todos y recuerdos,”)Henri Joutel que había recogido a todos los colonos que quisieron seguirle y los llevó con él a Quebec, donde la mayor parte de ellos se quedaron.

Curiosamente si consideramos el 19 Marzo de 1687 como fecha de la muerte de La Salle para determinar los 20 meses, (y esto es a partir de que la muerte de La Salle es el último verso) nos daremos cuenta que nos lleva a Noviembre 1688 es decir finales de 1688. Extraordinariamente curioso.(“Veinte meses después todos y recuerdos,”). La cuarteta ha sido aclarada.

XXXVIII

Este gran Monarca que al muerto sucederá,
Dará vida ilícita y lúbrica,
Por indolencia a todos concederá,
Que al fin será necesaria la ley Sálica.

Original

Ce grand monarque qu'au mort succedera,
Donnera vie illicite lubrique,
Par nonchalance tous concedera,
Qu'a la parfin faudra la loy Salique,


Aquí Nostradamus nos habla de una sucesión de reyes, dado que nos habla de la ley Sálica. La Ley Sálica estuvo vigente en Francia, por ejemplo, hasta la Revolución francesa, y después de ella durante la restauración borbónica, de 1815 a 1830.

Nos habla de “ce grand monarque”, es decir, no cualquier monarca, como primera deducción. El segundo verso ya es más decisivo, ya que nos plantea el comportamiento de este nuevo monarca: “Dará vida ilícita y lúbrica,”

El concepto “ilícita” podemos cambiarla por indebida. Y el concepto “lubrique” podemos sinonimizarlo por libidinosa, lujuriosa, carnal,.lasciva. El concepto “donnera” lo podemos cambiar por suministrará, entregará, cederá.

Asimismo, el tercer verso podemos cambiar el concepto “indolencia” por desidia, apatía, dejadez, abandono. Y el concepto “concederá” por entregará, cederá, agraciará. La frase “tous concedera” puede traducirse libremente como “todos estarán de acuerdo” o “todos cederán”

Finalmente el último verso recurre a la aplicación de la ley sálica: “Que al fin será necesaria la ley Sálica.” Esta ley guarda relación con la sucesión. En nada tiene que ver con la sucesión planteada en el primer verso. Más refiere a la sucesión de este rey lujurioso. Pero, subsiste una idea detrás “que al fin será necesaria” y es que obviamente antes no existía tal ley o simplemente hubiera sido abolida.. Otro sentido también adquiere el concepto “al fin” como estableciendo el fin de un período. Tengamos mucha observación con esa idea. Cambiemos todo lo que sabemos para darle forma a lo que Nostradamus quiere decirnos:

“Este gran monarca que al muerto sucederá
(se) entregará (a la) vida indebida y lujuriosa
Por dejadez todos cederán
Que al fin será necesaria (el uso de) la ley sálica.

Podríamos pensar que se refiere a Enrique III, pero no fue un gran monarca. Sepamos que el concepto “gran” no es un adjetivo más que utiliza Nostradamus, más bien es el adjetivo que identifica a un soberano. Un sinónimo de “gran” es grande. Curioso que si este gobernante fue o es un “gran monarca” también “Dará vida ilícita y lúbrica,” Aparentemente un contrasentido a no ser que estemos hablando de una parte de la vida de ese “gran” gobernante. Y esto queda respaldado con la idea de sucesión que se plantea en el primer verso y la vida que llevó después de esa sucesión.(versos primero y segundo) Y tal es el caso de Carlos XI de Suecia Veamos por qué:

Carlos XI (“Este gran Monarca”) nacido en Estocolmo, el 24 de noviembre de 1655 y fallecido en Estocolmo, el 5 de abril de 1697). Rey de Suecia (1660-1697), Duque de Bremen y Príncipe de Verden (1660-1697) y conde del Palatinado-Zweibrücken (1681-1697) como Carlos I. Era el único hijo del matrimonio del rey Carlos X Gustavo y Eduviges Leonor de Holstein-Gottorp.

Carlos XI fue uno de los monarcas más poderosos y destacados de la historia de su país. Su obra en el gobierno fue esencialmente administrativa, y con ello lograría reestructurar el Estado y levantar al país de la crisis en que se hallaba después de numerosas guerras. Si bien en sus inicios tuvo una proclividad a la guerra, durante la mayor parte de su reinado mantuvo la paz en el país y evitó las confrontaciones internacionales. La paz le permitió centrarse en la política interior, combatir a los grupos de intereses dentro de la administración pública, realizar profundas reformas y erigirse como un monarca absoluto.(“este gran monarca”)

Carlos XI nació en el castillo de Estocolmo, y heredó la corona de Suecia el 13 de febrero de 1660, a los cuatro años de edad, tras la repentina muerte del rey Carlos X Gustavo. (“que al muerto sucederá,”).El gobierno del reino fue dejado en manos de cinco altos funcionarios, que junto con la reina viuda Eduviges Leonor, encargaron la educación del joven rey a Emund Frigelius. La formación académica de Carlos fue bastante deficiente, al ser descuidada por los responsables de la misma. El rey había crecido con un carácter autoritario, escasos modales y una muy limitada educación elemental.

El 18 de diciembre de 1672 alcanzó Carlos los 17 años, y con ello su mayoría de edad y el derecho de ejercer sus funciones de rey. Al comienzo de su gobierno, se dejó llevar por la desidia y la indolencia, defectos característicos del gobierno de la regencia. Carlos había heredado un Estado inmerso en la ineficiencia de los funcionarios de la administración y carente de recursos económicos.(“Por dejadez todos cederán”)

El país estaba particularmente empobrecido después de las costosas guerras que había emprendido su padre. Las dificultades económicas se hicieron más evidentes, y solamente se pudieron aliviar con los préstamos económicos procedentes del extranjero. El joven rey se interesaba más por las diversiones, y constantemente salía de la capital. (“Dará vida ilícita y lúbrica,”) Los asuntos del Estado quedaban principalmente en manos de Magnus Gabriel De la Gardie, quien en ese tiempo llegó a ser el hombre más fuerte del país. (“Por dejadez todos cederán”)

Fueron los apuros económicos lo que condujo a Suecia a un nuevo involucramiento en un conflicto internacional. Debido a los subsidios que De la Gardie había obtenido de Francia, el rey Luis XIV instigó para que Suecia lo apoyara en la guerra que comenzó en 1672 con la invasión de las Provincias Unidas. Francia se topó con la oposición de varios estados europeos, que decidieron apoyar a Holanda. Luis XIV se atrajo el apoyo sueco tras presionar acerca de un nuevo préstamo. En esas circunstancias, un ejército sueco desembarcó en 1674 en Brandeburgo. El 18 de junio de 1675, tras la batalla de Fehrbellin, en la que fueron derrotados los suecos, decayó el prestigio militar de Suecia, y pronto sus enemigos, Dinamarca, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano Germánico pretendieron arrebatarle sus posesiones y la predominancia comercial y militar en el Mar Báltico.

En esta situación coyuntural, el rey se apresuraría a realizar cambios en la administración del Estado y del ejército, con el objetivo de hacer frente a la pobreza y sobre todo, a la amenaza de un nutrido número de enemigos. Así, Carlos XI, hasta entonces un monarca indolente, (“Dará vida ilícita y lúbrica,”) se convertiría en un gran gobernante. Nombró en 1676 a Johan Gyllenstierna como su consejero y maestro. Gyllenstierna era un hombre muy capacitado, y ejercería a partir de entonces una fuerte influencia en el rey y en los asuntos del Estado. Llegando a ser considerado el más grande monarca de Suecia.(“este gran monarca”)

La Guerra Escanesa sería decisiva en el reinado de Carlos XI. En esta guerra, el rey de Dinamarca y Noruega Cristián V pretendía reincorporar a su país los territorios perdidos en favor de Suecia tras la Paz de Roskilde. Suecia se encontraba en una grave situación: las derrotas militares acarrearon la pérdida de todas las posesiones suecas en Alemania; con la debacle de la flota sueca, daneses y holandeses se convirtieron en los nuevos amos del Mar Báltico, y los daneses habían iniciado con éxito la incursión en los territorios del sur de Suecia. Gracias al apoyo de grandes militares, Carlos XI pudo redirigir la guerra y vencer al ejército danés en la batalla de Halmstad, el 17 de agosto de 1676, en la batalla de Lund el 4 de diciembre de 1676, y en la batalla de Landskrona el 14 de julio de 1677. Tras esta batalla, Cristián V decidió evacuar a su ejército. La paz se firmó en la ciudad de Lund el 26 de septiembre de 1679 y Suecia pudo conservar las provincias del sur. La guerra había sido costosa, pero el prestigio de Carlos XI se elevó, lo mismo que la confianza del pueblo hacia su soberano.

Y qué más respaldo histórico que saber que Carlos XI abolió la Ley Sálica, siendo sucedido por su hijo Carlos XII. (“Que al fin será necesaria la ley Sálica”) Eduviges Sofía es conocida por la extensa correspondencia que mantuvo con su hermano Carlos XII mientras éste se hallaba en campañas militares, lo que evidencia una estrecha relación entre los hermanos. Su hijo de ocho años fue encargado a su tío Cristián Augusto y ante la falta de hijos por parte del rey Carlos XII, fue nombrado heredero al trono, aunque finalmente el parlamento optaría por Ulrica Leonor, la hermana menor de Eduviges Sofía. A raíz de la muerte de su hermano Carlos XII el 30 de noviembre de 1718, se produjeron una serie de discusiones acerca de la sucesión, las cuales se zanjaron en su favor después de que ella aceptara abolir la monarquía absoluta. Su gobierno fue débil, dependiente de la aristocracia y sobre todo de su marido, circunstancia que la llevó a deponer la corona tras poco más de un año de reinado. Nunca tuvo descendencia con Federico I. Y con ella se extinguía la rama directa de Carlos XI. (“Que al fin será necesaria la ley Sálica”).La cuarteta ha sido aclarada.

XXXIX

Del verdadero ramo de flores de lis salido,
Nombrado y situado heredero de Etruria:
Su sangre antigua de larga mano tejida,
Hará Florencia florecer en los blasones,

Original

Du vray rameau de fleur de lys issu
Mis & log heritier d'Hetturie:
Son sang antique de longue main tissu,
Fera Florence florir en l'harmoirie.


¿Flores de lis? La palabra lis es un galicismo que significa lirio. La flor de lis es una representación de la flor de lirio. Se suele representar en color amarillo sobre un fondo azul. Tradicionalmente, se ha representado un campo de flores de lis, dispuestas de forma ordenada. Desde la Edad Media es considerada un símbolo de la realeza francesa.

Etruria, por otro lado, antaño también llamada frecuentemente en textos griegos y latinos Tyrrhenia o Tirrenia, fue una antigua región histórica situada en el centro de Italia, en las regiones de Toscana, Lacio y Umbría. El topónimo deriva de los etruscos o tirrenos, los pobladores que se asentaron allí creando una poderosa confederación o anfictionía. Y obviamente incluye a Roma.

En pocas palabras el primer verso nos refiere a un monarca, “salido” del verdadero linaje de los reyes de Francia. Mucha atención con el concepto “nombrado y situado” dado que subyace la idea de imposición. El concepto “heredero” nos refiere gobierno, corona,

Nostradamus establece en esta cuarteta los dos puntos y con ello nos refiere que los versos primero y segundo son la cláusula principal y de ella se desprenden los dos versos restantes.

El tercer verso dice: “Su sangre antigua de larga mano tejida,” Este verso reafirma todavía más lo anunciado en el primer verso “Del verdadero ramo de flores de lis salido”. Con ello, se establece que el monarca que asume la corona o gobierno de Etruria desciende de una casa noble muy antigua y que ha sido a través de las generaciones bien estructurada (“tejida”).

Extraño el concepto “ larga mano tejida”. En esta frase subyacen algunas apreciaciones. Primero “tejida” puede sinonimizarse por tramada, urdida. Con ello estableemos intencionalidad. El concepto “mano” establece además de intencionalidad una suerte de intervención. Y el concepto “larga” en conjunto con “mano” y asociado a “antigua” establece largura en el tiempo. Podríamos cambiar por “Su sangre antigua por generaciones intencionalmente urdida,”.El concepto “harmoirie” que se actualiza en la palabra francesa “armoiries” se condice más con escudo de armas.

Y curioso el último verso que dice: “Hará Florencia florecer en los blasones,”
Porque si conectamos con el tercer verso es una clara referencia a la familia de los Médicis. Y si Nostradamus nos dice “de larga mano tejida” significa que ha pasado un tiempo. La referencia a Florencia es una referencia a Toscana indudablemente. es una ciudad situada al norte de la región central de Italia, capital y ciudad más poblada de la provincia homónima y de la región de Toscana, de la que es su centro histórico, artístico, económico y administrativo.

Cambiemos lo que sabemos:

Del verdadero linaje de reyes de Francia salido,
Nombrado y situado heredero de Etruria:
Su sangre antigua por generaciones intencionalmente urdida,
Hará Florencia florecer sus escudos de armas.”.

El Gran Ducado de Toscana, a la muerte de Juan Gastón siguió los vaivenes a nivel europeo debidos a la guerra de sucesión polaca, se vio implicado en un juego de equilibrios políticos, por el cual el gobierno de la región pasó a la Casa de Lorena, en particular a Francisco Esteban de Lorena, emperador consorte de María Teresa de Austria. Nunca pisó la Toscana ni Florencia, dejando la administración a su hijo Pedro Leopoldo de Lorena. (“Nombrado y situado heredero de Etruria:”)

La más importante innovación debida a los Lorena, gracias a Pedro Leopoldo, fue la abolición (durante cuatro años, hasta 1790 cuando fue restablecida) de la pena de muerte en el Gran Ducado de Toscana, para la época una innovación de no poco relieve. Esta norma entró en vigor el 30 de noviembre de 1786 y, tomando esto como motivo, se instituyó en tiempos recientes la Fiesta de la Toscana, que se celebra todos los años el día de tal aniversario (“Hará Florencia florecer sus escudos de armas.”.)

La única interrupción a la soberanía lorenense fue el paréntesis napoleónico que duró hasta 1814, cuando sobre el serenísimo trono ducal fue restaurado Fernando III de Toscana hijo de Pedro Leopoldo.

Pedro Leopoldo de lorena era hijo de Francisco I de Lorena o Francisco Esteban, y Francisco Esteban fue Hijo del duque Leopoldo I de Lorena y de Isabel Carlota de Borbón-Orleans, y ella fue hija, a su vez, de Felipe I, Duque de Orleans. Quien fuera el segundo hijo de Luis XIII de Francia y Ana de Austria, hermano menor de Luis XIV de Francia. Es decir deriva de la dinastía de los Borbón en Francia.

Recordemos que la Casa de Borbón es una rama de la Dinastía de los Capetos, la más antigua dinastía real de Europa, que incluye a todos los descendientes de Hugo Capeto. La rama de Borbón procede de un hijo de Luis IX de Francia, Roberto de Clermont. El primer duque de Borbón fue su hijo, Luis I de Borbón en 1317 (“Del verdadero linaje de reyes de Francia salido,”)

Recordemos algo interesante del bisabuelo entonces de Pedro Leopoldo, me refiero a
Luis Felipe I, Duque de Orleáns que se casó dos veces y en ambas, concertado por su hermano Luis XIV. (“Su sangre antigua por generaciones intencionalmente urdida,”) Su primer matrimonio fue con la princesa Enriqueta Ana Estuardo o Enriqueta Ana de Inglaterra, tuvo como objeto el estrechar los lazos entre ambos países y vincular a los Estuardo recién restaurados en el Trono de San Eduardo a la Monarquía francesa. Enriqueta murió, misteriosamente, a los 26 años.

Tuvieron cuatro hijos. Sólo sobrevivieron dos niñas, María Luisa de Orleáns, reina de España al contraer nupcias con Carlos II de España; y Ana María de Orleáns, duquesa de Saboya y después reina de Cerdeña, al casarse con Víctor-Amadeo II de Saboya.
Monsieur se casó, al morir Enriqueta, por segunda vez con la Princesa Isabel Carlota del Palatinado. Tuvieron varios hijos: El mayor, Alejandro Luís, duque de Valois, murió antes de cumplir los tres años; después siguió Felipe, titulado en vida de su padre duque de Chartres, futuro Regente de Francia; y finalmente Isabel Carlota, futura esposa del Duque Leopoldo I de Lorena.

Del matrimonio de Isabel Carlota con el duque de Lorena nació Francisco-Esteban de Lorena, que casó con la arquiduquesa María Teresa de Austria, que se convertiría en Soberana del patrimonio "archiducal" así como de Hungría y Bohemia. En 1748 Francisco Esteban fue elegido Sacro Emperador, de este modo la corona imperial (que no podía ceñirse una mujer) permanecía en la Casa de Austria (de hecho a partir de María Teresa y Francisco Esteban el linaje de Lorena se introdujo en el trono vienés pero por acuerdo recíproco se siguió guardando la denominación "Austria").
(“Su sangre antigua por generaciones intencionalmente urdida,”)

El periodo lorenense fue para Toscana (“hará Florencia florecer sus escudos de armas.”). un periodo de Ilustración, a partir del gobierno de Pedro Leopoldo (que reformó el ordenamiento judicial) hasta el último gran duque que obtuvo resultados muy positivos, con la construcción de las primeras líneas férreas toscanas, la racionalización del territorio con la creación del catastro y la desecación de la Maremma. Además, a pesar de que la poca histórica inducía a los soberanos a un control represivo sobre el estado, no tuvo nunca actos reaccionarios. (“florecer sus escudos de armas.”).

Después de las revoluciones de 1848, el retorno de Leopoldo II de Toscana fue sin embargo apoyado por una guarnición austriaca que le enajenó la simpatía popular. En 1859, cuando la Toscana estaba por entrar en el Reino de Italia (1861-1946), no se opuso en manera tenaz a su destitución, sino que partió de Florencia dejándola pacíficamente en las manos de los revolucionarios. La curiosa expresión usada para la ocasión, dado que se había iniciado la revuelta a las cinco de la mañana, fue que a las seis de la misma mañana, cuando el Gran Duque partió de Florencia, "la revolución se fue a desayunar" La cuarteta ha sido aclarada.

XL

La sangre Real estará tan mezclada,
Obligados estarán Galos de Hesperia:
Se esperará que término haya pasado,
Y que memoria de la voz se desvanezca.

Original

Le sang royal sera si tres mesl,
Contraints seront Gaulois de l'Hesperie:
On attendra que terme soit coul,
Et que memoire de la voix soit petite
.

Hesperia, Nostradamus la sitúa en España. Recordemos que en la mitología griega Héspere o Hesperia era una de las hespérides, las bellas ninfas que cuidaban de un maravilloso jardín en el Occidente. Según el poeta griego siciliano Estesícoro, en su poema la Canción de Gerión, y el geógrafo griego Estrabón, en su libro Geografía (volumen III), las Hespérides estaban en Tartessos, un lugar situado en el sur de la península Ibérica.

La única vez que los Galos estuvieron en la península Ibérica fue durante el período de Napoleón Bonaparte.

En el primer verso vemos que el concepto “tres” deriva en “très” que se traduce como “muy”. El concepto “seront” del segundo verso que declina del verbo “ser” puede ser remplazado por “estarán” El concepto “obligados” lo podemos reemplazar por “en deuda”. Veamos los reemplazos:

“La sangre real estará muy mezclada
En deuda estarán (los) galos de España”

Vuelve Nostradamus a colocar los dos puntos al final del segundo verso, indicando con ello que los dos primeros versos corresponden a una cláusula que determina la imagen principal, siendo os dos últimos versos una imagen secundaria o desprendida de la imagen principal o simplemente a la que denomino paracláusula.

Curioso el inicio de la paracláusula. El tercer verso dice:

“Se esperará que término haya pasado”

El concepto “on” actúa como pronombre personal “se” en este caso reemplaza a “ellos”:

“ellos esperarán…”

Asimismo el concepto “atendrá” que se traduce como esperar, podría ser reenlazado por aguardar, demorarán, atrasarán. A su vez el concepto “terme” que se traduce como término” más bien alude a vencimiento de un plazo, a fin. “Soit” actúa como adverbio en este caso de “sea” Y “coul” deriva en la palabra actual “couler” que se traduce como fluir, verter, derramar. El verso diría en cuestión:

“ellos aguardarán que el plazo sea derramado”

En pocas palabras y cambiando la idea coloquial, que lo acordado sea cumplido, sea llevado a cabo, sea cumplido.

Finalmente el último verso un tanto coloquial como ya no tiene acostumbrados Nostradamus, nos dice:.

“Y que memoria de la voz se desvanezca.”

El concepto “petite” es “pequeño” no se traduce como desvanezca. Por tanto el verso diría correctamente:

“Y que (la) memoria de la voz sea pequeña”

Dije que es coloquial esta frase porque la idea que subyace en “(la) memoria de la voz” es una referencia a que se vaya olvidando. El concepto “voz” perfectamente puede ser reemplazado por señal. Por tanto Nostradamus nos habla de un mismo evento ocurrido anteriormente (recordemos que el concepto “memoria” alude a la historia pasada) actuará como una señal. Podemos entonces cambiar el concepto “memoria” por recuerdo. Y también “petite” lo podemos cambiar dentro del contexto por ínfima”.Juntemos todo lo que sabemos ahora:

“La sangre real estará muy mezclada
En deuda estarán (los) galos de España:
Ellos aguardarán que el plazo sea cumpla
Y que (el) recuerdo de la señal sea ínfimo”

El último verso claramente alude al paso del tiempo de esa señal.

Sepamos algo: La denominación «afrancesados», desde el siglo XVIII se aplica en España de forma peyorativa a los seguidores de lo francés, bien sea en cuestiones frívolas (como la moda) o importantes (como las ciencias naturales y sociales). Cuando la mayor parte los secretarios, miembros de los Consejos, la burocracia y la aristocracia juraron fidelidad al rey José I, hermano de Napoleón e impuesto por éste tras la renuncia al trono de Fernando VII y Carlos IV; el término afrancesado se aplicó de forma extensiva, y con el valor de traidor (o, como se diría en otros casos de ocupación extranjera: colaboracionista), a todos aquellos españoles que, durante la ocupación francesa, colaboraron con la misma o con la Administración del rey José, ya fuese por interés personal o por la creencia en que el cambio de dinastía redundaría en la modernización de España. Los antiguos admiradores de lo francés que optaron por el bando denominado patriota (la mayor parte amigos personales de los del bando afrancesado, y con ideas muy similares) formaron el grupo de los liberales en las Cortes de Cádiz. (“Galos de Hesperia:”). Es decir Nostradamus se refiere a los liberales de España.

Una de las claves de esta cuarteta es el primer verso donde dice “sangre real muy “mezclada” Este verso nos indica si es real y si es “muy mezclada” se refiere a vínculos. Era muy común los matrimonios entre familiares de la realeza. El concepto “muy” es indicativo de la estrechez de estos vínculos.

Ello nos sitúa entonces al final del período de Fernando VII. La famosa Década Ominosa (1823-1833) es el periodo de la historia de España que corresponde a la última fase del reinado de Fernando VII y a la restauración del absolutismo tras el Trienio Liberal (1820-1823) en que rigió la Constitución de Cádiz promulgada en 1812.

El 31 de marzo de 1830 se publica la Pragmática Sanción, aprobada por Carlos IV en 1789 pero no promulgada, que permitía la sucesión femenina al trono por lo que las aspiraciones a la Corona del hermano del rey son truncadas con el nacimiento de Isabel II, lo que poco después daría lugar a la primera guerra carlista.

Isabel II de Borbón (Madrid, 10 de octubre de 1830 – París, 9 de abril de 1904) fue Reina de España entre 1833 y 1868, tras la derogación de la Ley Sálica por medio de la Pragmática Sanción, lo que provocó la insurgencia del infante Carlos, apoyado por los grupos absolutistas (los carlistas) que ya habían intentado proclamarle rey en la agonía de Fernando VII. La futura Isabel II fue bautizada María Isabel Luisa; era hija del Rey Fernando VII y de su cuarta esposa, su sobrina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. (“La sangre real estará muy mezclada”).

Cuando Isabel II contaba 16 años, el Gobierno arregló un matrimonio con su primo, el infante don Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz. Los cónyuges eran primos carnales por vía doble, pues el padre de él, el infante Francisco de Paula, era hermano de Fernando VII, mientras que su madre, Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias, lo era de la regente María Cristina. A pesar de su parentesco, el matrimonio hizo aguas muy pronto, y nunca sería feliz (“La sangre real estará muy mezclada”).

Reemplacemos lo que ya sabemos:

“Cuando Isabel II nacida y casada esté en el trono
En deuda estarán (los) liberales de España:

Interesante. Ya que recordemos que muchos liberales o afrancesados huyeron con el ejército francés napoleónico Con la derrota de los ejércitos napoleónicos y la expulsión de José Bonaparte, Napoleón le devolvió el trono de España (Tratado de Valençay). Sin embargo, Fernando VII pronto se reveló como un soberano absolutista, y uno de los que menos satisfizo los deseos de sus súbditos, que lo consideraban sin escrúpulos, vengativo y traicionero. Rodeado de una camarilla de aduladores, su política se orientó en buena medida a su propia supervivencia.

Entre 1814 y 1820 restauró el absolutismo, derogando la Constitución de Cádiz y persiguiendo a los liberales. Tras seis años de guerra, el país y la Hacienda estaban devastados, y los sucesivos gobiernos fernandinos no lograron restablecer la situación.

En 1820 un pronunciamiento militar dio inicio al llamado Trienio Constitucional, durante el cual se restablecieron la Constitución y los decretos de Cádiz, produciéndose una nueva desamortización. A medida que los liberales moderados eran desplazados por los exaltados, el Rey, que aparentaba acatar el régimen constitucional, conspiraba para restablecer el absolutismo, lo que se logró tras la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luís en 1823.

La última fase de su reinado, la llamada Década Ominosa, se caracterizó por una feroz represión de los exaltados, acompañada de una política absolutista moderada o incluso liberaldoctrinaria que provocó un profundo descontento en los círculos absolutistas, que formaron partido en torno al infante Carlos María Isidro. A ello se unió el problema sucesorio, sentando las bases de la Primera Guerra Carlista, que estallaría con la muerte de Fernando y el ascenso al trono de su hija Isabel II, no reconocida como heredera por el infante Carlos. Por ello Nostradamus nos dice “En deuda estarán (los) liberales de España:”

A mediados de los años 1860, el descontento contra el régimen monárquico de Isabel II en los ambientes populares, políticos y militares era patente. El moderantismo español, en el poder desde 1844 se encontraba en una fuerte crisis interna, y no había sabido resolver los problemas del país. Había una grave crisis económica (más acuciante aún después de las pérdidas en la Guerra Hispano-Sudamericana) y por doquier proliferaban los pronunciamientos, como el que en 1866 lideró Juan Prim, y como la revuelta de los sargentos en San Gil. En el exilio, liberales y republicanos llegaban a acuerdos en Ostende (1866) y en Bruselas (1867) para promover aun más desórdenes que condujeran a un drástico cambio de gobierno, no ya para sustituir al presidente Narváez, sino con el objetivo último de derrocar a la misma Isabel II y expulsarla del trono español. (“En deuda estarán (los) galos de España”)

La Reina y el mismo régimen monárquico se habían convertido en foco de las críticas sobre los principales problemas del país. A la muerte de Leopoldo O'Donnell en 1867 se produjo una importante migración de simpatizantes de la Unión Liberal a las posiciones del frente que propugnaba el derrocamiento de Isabel II y el establecimiento de un gobierno más eficaz para España. (“Ellos aguardarán que el plazo sea cumpla”)

Para septiembre de 1868, la suerte de la corona ya estaba echada. Las fuerzas navales con base en Cádiz, al mando de Juan Bautista Topete, se amotinaron contra el gobierno de Isabel II. El pronunciamiento ocurría en el mismo lugar donde se levantara en armas contra su padre el general Riego cincuenta años antes. (“Y que (el) recuerdo de la señal sea ínfimo”). La cuarteta ha sido aclarada.

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