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lunes, 24 de septiembre de 2012
LAS CRÓNICAS DEL VIAJERO VI:¿El Dios o los Dioses de Nostradamus?
Mucho se ha hablado en torno a la obra de Nostradamus, a través de los siglos, con respecto a su entorno socio-cultural, en pocas palabras, a su época. Sin embargo, lo que a continuación les expondré, va más allá de considerar la represión ejercida por la iglesia católica, por intermedio de la feroz y mal llamada “santa” inquisición. Más allá, además, de considerar a Nostradamus un judío converso al cristianismo católico y por sobre todo, más allá de la presión e influencia que ejercía Roma, como sede del poder papal, sobre los reinos de Europa que, constituían justamente, el entorno político imperante en esos tiempos. Y más allá, incluso podría decir, de responder, con estos mismos elementos que rodeaban la sociedad del siglo XVI, el por qué Nostradamus creó una obra oscura, llena de acertijos y toda clase de artilugios para ocultar, según muchos, de mejor manera sus visiones, vaticinios y eventos de ocurrencia futura. En definitiva, en este nuevo documento que les hago llegar, les mostraré un nuevo paradigma sobre Nostradamus. Un paradigma que nunca antes se ha abordado por estudio alguno y que, en consecuencia, les planteará una extraordinaria perspectiva en torno al maestro Nostradamus.
Para empezar, diré que no es simple, como se ha querido mostrar, el hablar de la religiosidad de Nostradamus, muy atento a no dejar por escrito o por obra, ningún atisbo de algo que pudiera potencialmente percibirse como contrario al régimen político -religioso imperante. Sin embargo, Nostradamus mantenía una “pequeña singularidad” que, al estudiar su obra, llamada Las Centurias concienzudamente, subyace de manera implícita, soterrada y nunca planteada, la paradoja de creer y no creer. O siendo más profundo, el eterno dilema entre fe y conocimiento. Entre lo que se percibe dogmáticamente como Dios y lo que ignorantemente se oculta o se desatiende, como Dioses.
NOSTRADAMUS Y LA FE
Las apariencias muchas veces nos engañan. Toda documentación que existe, llámese cartas, testamentos, pequeños exhortos que nos legó Nostradamus sin duda alguna hablan directamente de su fervor religioso y por defecto, su fe religiosa. Empero, no fue un hombre religioso como todos estos elementos nos aparentan mostrar. Sepamos primeramente que todo fervor religioso siempre está acompañado de una fe y amor ciegos, que es resistente a toda clase de argumentaciones lógicas, a hechos científicos e incluso a fenómenos que podrían ser explicados coherentemente. Nostradamus no tenía ni pizca de fe. De esa fe ciega. Nostradamus necesitaba sobrevivir. A cualquier precio..
Comprendamos que una Fe ciega basa su cometido en los dogmas profundamente arraizados, en este caso cristianos, dogmas que han sido perversamente impuestos en la el desarrollo de una parte importante de la humanidad e históricamente, después de declararse, la religión cristiana, como única y oficial del imperio romano bajo el reinado del emperador Teodosio. En pocas palabras, los corderos, que eran sacrificados por los paganos, procedían a convertirse en lobos, para sacrificar a todos aquellos que no profesaban sus dogmas y su fe ciega o que les eran peligrosos para este “nuevo poder” que empezaría a degustar a través de los siglos. Poder que les haría gobernar las mentes, conciencias y las vidas de millones de seres, culturas, pueblos enteros, a través demás de mil años. Si tan cosa no fuera como lo señalo, en la historia no hallaríamos Inquisiciones, guerras religiosas, papás elegidos por reyes o por familias poderosas. No habrían ocurrido las cruzadas, donde perecieron millones, grandes cismas, donde la misma doctrina sucumbió a las variantes que se originaron en Europa. No encontraríamos Papas asesinados, Papas tiranos, antipapas, etc.
La historia no estaría llena de sucesos que dan lástima de observar como la no beligerancia del Papa abiertamente en contra del régimen nazi, abiertamente en contra de la matanza de los judíos, de los armenios, y de tantos pueblos, más allá de mantener una postura cruelmente “cordera” e inicua y más allá de algunos pocos hombres que podrían llamarse verdaderos seres humanos más que santos. Y qué decir también de ese espíritu discriminatorio en contra de la mujer, como María Magdalena, al no permitir que los escritos del mar muerto, tan antiguos como los que si se permiten, sean considerados ya no como apócrifos, o de abrirse al papado femenino o al ministerio de mujeres.
Tal el es odio hacia la figura femenina que hubo épocas en que las mujeres eran violentamente observadas en su quehacer y toda clase de fenómenos incomprensibles daban pie a verdaderas cacerías de brujas. Y esto más allá de la devoción de la mítica María que hipócritamente se pudiera observar. Una iglesia que no tiene reparo en admitir sus más atroces errores. Sin embargo, que no comprende que esos errores atroces la han apartado de manera categórica y sin apelación alguna de las verdaderas enseñanzas de su profeta. Y que ya no tiene poder moral alguno para inmiscuirse en las conciencias y vidas de los hombres. Ni de opinar siquiera sobre materias propias de la vida y de la sociedad. Lamentablemente muchos en su comprensible afán de paz y sosiego espiritual y existencial, buscan respuestas donde justamente el fanatismo despiadado y la intolerancia intrínseca han marcado la vida del cristianismo.
No basta con pedir disculpas por esos atroces errores porque son de lesa humanidad. Son cruentos y desvergonzados que ni siquiera merecen atisbo de perdón. Y tal ha sido el abuso del concepto “perdonar” que pueblos enteros, culturas enteras han sido literalmente eliminadas de la faz de la tierra, bajo la imagen de Cristo. Si pudiéramos hablar de conspiración, esa sería la más grande y la más atroz que haya presenciado civilización alguna.
Y todos este conciente daño a la humanidad no es puramente histórico. Observen actualmente en las entrañas del mundo católico, la degradación moral que se muestra, donde se muestran los supuestos “consagrados” como violadores, pedófilos y siniestros confabuladores. Entonces, me pregunto, cómo podría sobrevivir un ascendido, como Nostradamus, en un ambiente religioso más estrecho, más oscuro, con más poder. En una época en donde la epilepsia era considerada una posesión demoníaca, en donde se pensaba que el mundo conocido era plano o en donde hombres científicos y pensadores ilustres como Servet o Galilei, por ejemplo fueron vilipendiados y hasta salvajemente asesinados en tribunales eclesiásticos cuyos poderes eran temidos de sobremanera.
Pero yo no hablo de los llamados seguidores, hablo de aquellos que dominan, la casta gobernante: cardenales, obispos, Papás, sacerdotes con influencia y fundadores de congregaciones, etc. Hablo de la elite, no hablo ni siquiera de aquellos hombres que profesaron un profundo amor a la figura de cristo y su vida y que entregaron su más completa dedicación y amor al prójimo, más allá de que vivieron en una fe ciega.
Entonces, la pregunta que se plantea es cómo un hombre, que tuvo acceso a visiones futuras, paradigma reales y verdaderos, que no tan sólo se enmarcan en sucesos históricos sino que están insertos en culturas o sociedades (porque no tan sólo son visiones de Francia sino de muchos lugares y países) que han experimentado cambios profundos sociales, políticos, culturales, tecnológicos, etc. podría mantener intacta una fe religiosa ciega propia de una época que es ciega a esos portentos y a muchos otros incluso de su mismo tiempo y que prefiere mantenerse y mantener a sus seguidores ignorantes y pérfidos a fin de no perder influencia y poder?
Si Nostradamus hubiera utilizado sus visiones abiertamente, decir: cuándo, cómo, dónde y quiénes serán los protagonistas de los eventos futuros, simplemente hubiera sido juzgado y castigado con una horrible muerte. No me cabe duda.
En definitiva, si mi fe me dicta que no existe el fuego como podría explicar dentro de una visión futura su existencia?. ¿Qué tanto cambiaría mi percepción de mi presente observando el futuro? Obviamente. Nostradamus no era religioso y su “apego” al mal llamado “poder de Dios en la tierra”, representado por la iglesia y sus esbirros, en esa época es sólo la apariencia, el disfraz perfecto para no convertirse en victima del fanatismo religioso o político (monarquía) imperante. En definitiva, el disfraz perfecto para sobrevivir.
Por eso para Nostradamus era deber sine qua non ser cuidadoso con todo lo concerniente al mundo esotérico, que más bien lo mostraban como un estudioso entretenido para muchas casas reales o cortes más que un peligro de difusión de conocimientos tabúes contrarios a Dios y a la iglesia y a los reyes, que en muchos casos, formaban parte de los ingredientes preferidos de la represión de la inquisición y de la supremacía de las monarquías. No nos olvidemos que una significativa parte de sus cuartetas se refiere a la revolución francesa. Donde presenció abiertamente la lucha feroz entre la razón y la religiosidad y el absolutismo. Más allá de considerar los medios que se emplearon y la intolerancia de esos bandos en conflicto..
Tampoco olvidemos que en sus conocidas diatribas aludía al mundo esotérico ("Legis cantio contra ineptos criticos. Quid legent hosce versu, matere censunto. Profanum vulgus et inscium ne attrectato: Omnesque astrologi, blenni, barbari procul suntu, qui aliter facit, is rite, sacer esto.") y que permiten deducir que su “mundo esotérico” estaba más allá de los “mundos esotéricos de entonces y los de hoy” Y que sabía perfectamente que esos “mundos esotéricos” también participarían de manera ignorante y hasta confabulada para ocultar todavía más su obra.
Seamos concretos, en la cuarteta XCI de la I Centuria, entre otras, Nostradamus nos refiere “Los Dioses”. Es decir, Nostradamus categoriza una pluralidad que no corresponde si su fervor religioso católico o fe religiosa fuera tal. Más bien se apega a una percepción de la cultura greco – romana podríamos decir o más bien a la mitología greco - romana. Podríamos pensar, incluso, que refiere “a otros seres”, pero, ¿será sensato, para un “supuesto ferviente católico”, igualar al mismo nivel a “Dios” y a “esos otros seres”?
La mitología greco – romana (o la cultura pagana) ha sido señalada como mitología. Pero es un error de proporciones, porque sepamos que dicha “mitología” fue la gran perdedora frente al advenimiento del cristianismo, y que fue brutalmente perseguida una vez asentado el poder de la iglesia, legalizado primeramente por el emperador Constantino mediante el Edicto de Milán hacia el 313 d.c., y posteriormente declarada, por el emperador Teodosio, la religión oficial del Imperio, mediante el Edicto de Tesalónica hacia el año 380 d.c.
Ahora preguntémonos ¿Qué hubiera pasado si la religión católica no hubiera sido la vencedora en esta lucha de creencias? Más que obvio, entonces, es decir, que lo que hoy conocemos como las sagradas escrituras o la Biblia, la hubiéramos considerado parte de la tradición escrita de una hipotética "mitología católica" o no?.
La cultura cristiana, más allá de considerar sus estructuras filosóficas, como intrincadas (por que no explican nada y hablan de todo), autorreferentes, (porque lo poco explicable que se deduce lo hace basada en texto similares o autores de una misma corriente) e incluso retrógrada. (No incorpora la aprehensión lógica del universo entre otras consideraciones esenciales, lo cual podría provocar una simbiosis nunca vista en el mundo, en lo espiritual) Comprendamos que las “escrituras” son y conforman en sí mismas también una "cultura mitológica" como la nórdica o escandinava, la anglosajona, la maya, la inca, la greco-romana, la chilota, la egipcia, etc.
Pero veamos, la Biblia habla de la creación del mundo tal como los aztecas o los mayas o la escandinava o nórdica, incluso la hopi. La destrucción de Sodoma o Gomorra, Sansón y Dalila, David y Goliat, José y sus hermanos, Sara convertida en estatua de sal, el son de las trompetas en Jericó, tantos profetas como Daniel, las plagas de Egipto, el diluvio Universal y Noé, y los milagros de Jesús de Nazareth etc. Estos sucesos no son parte de esa mitología católica, tal como la Caja de Pandora, el minotauro, los trabajos de Hércules, Prometeo, la fundación de Roma, etc son parte de la mitología Greco - Romana. ¿Qué las escrituras son sagradas? ¿Y qué las hace sagradas? ¿El espíritu santo o la fe de muchos? Y acaso ¿no serían “santas” para un romano o griego antiguo el creer en sus divinidades, o para los incas o los mayas?¿Cuál es la diferencia?.
Pero comprendamos más todavía y abramos la mente:
No le es familiar, que muchos hebreos antiguos hayan sido testigos de hombres luminosos, con alas, con voz metalizada, “carros de fuego elevándose” tal como la mal llamada mitología greco - romana, entre otras mitologías, atestiguan también en sus tradiciones orales y escritas. ¿Acaso no existe ninguna cultura humana no cristiana que no la haya atestiguado de alguna manera en sus tradiciones orales o escritas?
¿Acaso Hiroshima y Nagasaki, no tienen más de alguna semejanza con lo supuestamente ocurrido en Sodoma y Gomorra? ¿No demostró Heinrich Schliemann que si existió Troya, pese a que por mucho tiempo fue considerada una ciudad dentro de la mitología griega?. ¿Por qué son consideradas parte de la mitología la Atlántida, sobre la ciudad perdida de oro o el dorado, la fuente de la juventud, el triángulo de las Bermudas, y tantos otros misterios?
Un antiguo no sabía de astronautas o cosmonautas como nosotros lo internalizamos. No sabía de aviones, bombas atómicas, satélites y cuanta tecnología nos inunda hoy por hoy, ¿cómo podría apreciar, incluso atestiguar de manera escrita u oral tales fenómenos si los hubiera presenciado?
Un antiguo no sabía de medicinas actuales como inyecciones, antibióticos y cuanto químico pudiera alterar nuestro organismo. Menos entender complejas leyes físicas de las que ahora son cotidianas para un escolar. Si todos estos elementos, de alguna manera, son presenciados, vistos u observados por ese mismo hombre antiguo, Cuál sería su percepción? ¿y si pudiera, de alguna manera, transmitirlo a otros, sea verbal o por medio escrito, cómo lo escribiría o qué escribiría? Y profundicemos más todavía, y si ese hombre antiguo pertenece a un pueblo profundamente religioso, como el pueblo judío?
¿Curioso hasta el extremo o no?.
Mis estimados, nostranautas.estamos frente a un engaño de proporciones o bajo la tutela de una irrealidad viva y colectiva. Un engaño que pudiera lindar con las teorías conspirativas, pero que también pudiera lindar con la visión ignorante, primitiva y que profesa una potente capacidad de asombro y que ha ido disminuyendo a través de los tiempos y las generaciones. No es curioso saber que todas las apariciones de ángeles, vírgenes han sido presenciado por gente que justamente tiene esa capacidad de asombro en todo su potencial? En los famosos “milagros de Fátima” no fue una visión colectiva la que presenció el engrandecimiento del sol y su aterradora aproximación sin que dicho evento se reportara en otra parte del mundo, como un evento astronómico? ¿No será mejor pensar, que fue un objeto tremendamente brillante semejante al sol, que encegueció y que luego se aproximó a los observadores, y que dicho objeto concuerde con las observaciones actuales de ovnis o esferas brillantes?
Y uno de los elementos que nos han frenado, que nos han mantenido en total hermetismo y oscurantismo es precisamente la religión, ¿Cuánto se demoró el poder eclesiástico en reconocer que la tierra no era el centro del universo o que no era plana o que muchos científicos o pensadores no fueran perseguidos por sus teorías o pensamientos laicos? Ahí se aprecia parte de ese engaño persistente. ..
Se podría explicar que un eclipse, un relámpago, un terremoto, un viento huracanado por ejemplo, hubiera atemorizado al hombre primitivo y que lo asociará a fuerzas sobrenaturales y por ende, dar por concluida el origen de las llamadas mitologías y en donde incluyo a la cristiana, pero otra cosa es tener contactos con ángeles, rayos de los Dioses, Dioses que vuelan, civilizaciones mitológicas acaso míticas, que plantean orígenes, culturas, contactos y relaciones humanos increíbles, etc., que si se estudiaran, alejándose de la mirada acadamicista, obcecada y difusa, y hasta estúpida, podríamos llegar a una verdad que en definitiva, nos plantearía otro hombre, otras divinidades y otro origen. Zecharia Sitchin lo piensa, lo analiza, lo plantea, lo escribe y muchos otros serios estudiosos, pero lamentablemente nadie presta la debida atención. Y seguimos escribiendo una historia que en definitiva nos plantea la singularidad del hombre en la tierra y en el universo.
Y tan así es que cuando buscamos vida extraterrena la buscamos asociándola al agua o al oxígeno o al carbono. No comprendiendo que el universo es tan complejo e inaprensible a la mente humano, que no necesariamente la vida se relaciona con el agua, o el oxígeno o el carbono.
Cuando la Biblia habla de una gran batalla entre el bien y el mal en los cielos en el llamado libro del Apocalipsis lo comprendemos literalmente y desatendemos que la llamada cultura greco – romana también nos habla de algo parecido entre Dioses y Titanes. Y otras mitologías. Del mismo modo asoma el Diluvio Universal, y otros tantos eventos incluso entre “dioses” o extraterrestres y seres humanos..
Y si hoy por hoy la Biblia es considerada por muchos como una genuina trascripción de la palabra de Dios, en el espíritu santo, como señalan algunos, entonces, si hubiera perdido su confrontación con el paganismo, se podría decir que todos los eventos que nos han llegado respecto a los dioses greco - romanos, sean mitos, leyendas, historias asombrosas e increíbles, etc. hubiesen sido una genuina trascripción de la palabra de los Dioses en el espíritu también.. En pocas palabras los antiguos griegos y romanos y de muchas culturas nos han legado lo que siempre debimos de creer. Los seres que llamaron Dioses son extraterrestres. Seres de otros mundos, dimensiones. Seres que si existen.
Toda la cultura mitológica que el mundo se ha dado no tiene el origen que se nos ha planteado a través de los libros de historia. Simplemente corresponden a las visiones de pueblos y civilizaciones donde su capacidad de asombro estaba en su máximo. Se podría entender el fuego pero no algo que iluminara como un farol. Se podría entender una flecha, pero no una flecha lumínica. Y a esa Ignorancia conceptual y de conocimientos nosotros lo llamamos MITOLOGIA. En pocas palabras, toda mitología contiene verdades parciales que si se analizaran con un mínimo de capacidad de asombro, asomarían verdades extraordinarias y absolutas.
¿Qué pasaría con los creyentes si Cristo o Jesús hubiera sido un viajero extraterrestre? ¿Qué pasaría si somos descendientes de una raza abandonada en este planeta? ¿Qué pasaría si hasta viven entre nosotros? Todos los dogmas se derrumbarían, Imaginen cuánta vida se habría desperdiciado en dogmas que al final no condujeron a nada.
Veamos un concepto extraordinario: “ángeles”. Sin duda un extraordinario ejemplo de la riqueza mitológica. Siempre la idea de volar ha estado asociada a los pájaros y a sus alas, como extremidades, que se ocupan de esa acción. Un hombre si volaba era asociado a esas extremidades, es decir un hombre con alas. Jamás en la antigüedad hubiera estado asociado a algún artilugio o invento que pudiese ocuparse para la acción de volar y reemplazar dichas extremidades. Y si era una nave como un avión se asociaba al transporte de personas y se asociaba al concepto “carro”.
Icaro para volar se construyó alas. Entonces, el concepto “ángeles” plasmado muchas veces a lo largo de la Biblia no es más que la visión de los hebreos que tenían en torno a cómo se miraba a un hombre que volaba.
Lo mismo queda plasmado en el mito de Icaro en la mitología griega. Pero jamás podrían ser enviados o mensajeros de Dios, literalmente hablando. O ¿acaso no les extraña que las apariciones de estos supuestos ángeles divinos ya no se produzcan en la actualidad?. Entonces, ¿qué sucede?. Esos ángeles no son más que "seres" que pueden volar para los antiguos. Así lo refleja la cultura azteca, Maya, Greco-latina, egipcia, etc."Seres" que están más allá de la comprensión humana que se tenía entonces, de que existía vida en otros mundos. Seamos sinceros, Si con imaginación, apenas se creía que todo giraba en torno a la tierra y luego todo en torno al sol. ¿Podríamos esperar que algún profeta bíblico hablara de seres de otros mundos o dimensiones?¿Podríamos hablar de que un romano antiguo hablara de Ovnis en sus anales históricos o tradiciones?
Un romano antiguo, por ejemplo, cómo podría interpretar, si pudiera darse el caso, él ver pasar a un jet o a un helicóptero o un ovni? Ni siquiera tales conceptos están dentro de su bagaje cultural. Lo único que podría hacer es usar comparativos como el concepto "era como". Y curioso que la Biblia está lleno de esos "era como". ¿Por qué creemos que Cristo cuando dice "mi reino está más allá de esta tierra" se refiere al paraíso? ¿Acaso Cristo no sabía quien lo iba a traicionar y aún así permitió que tales eventos sucedieran , utilizando a un ser humano para ese propósito "superior" y que provocara la angustia indescriptible de ese mismo ser humano "elegido" como el artífice de una de las mayores traiciones que se tenga memoria en la historia de la humanidad?.
Por qué no podrían permitir esos "Dioses" que un ser humano pudiera observar el futuro, los eventos?¿Nostradamus se equivoca? Mi respuesta es categórica: No. Nostradamus si pudo acceder con ayuda de esos "Dioses" al futuro (Centuria I, Cuarteta II) y legarnos de alguna forma una mirada no para anticiparnos sino más bien, para que comprendemos que los eventos están dispuestos así porque constituyen lo que debemos ser y hacer. Nada más. Todo está dispuesto para que sea así. Ni Cristo pudo apartar algo que ya sabía: su propia muerte física y humana.
¿El fin justifica los medios? Su transfiguración, su levitación, su poder de sanar enfermedades por imposición de manos o el manto que contiene la impresión de su supuesto cuerpo, que hasta el día de hoy no se tiene una coherente explicación o el agua que brotó de su cuerpo. ¿No son acaso todos fenómenos que para una mente incluso actual no tienen explicación racional, pero ¿son perfecta y totalmente abordables por la ciencia o por el conocimiento? Quizás la respuesta no sea absoluta y necesitemos 100 años de conocimientos para entender a cabalidad esos fenómenos, pero lo cierto es que lo abordaremos. Tal como abordamos el átomo, el genoma humano y muchas enfermedades con sus respectivos genes influyentes. Hemos ido de menos a más. A principios del siglo XX era casi de ciencia ficción llegar a la Luna, o batir la velocidad del sonido, o acceder a energías diferentes del petróleo.
¿Qué era más fácil, plantearle a los hebreos que Cristo era un visitante del espacio o de otra dimensión o que era el hijo de Dios o un nuevo profeta, en el menor de los casos?¿Acaso su inmolación no fue predicha mucho antes?.Y si algún día un hombre dijese que es el Cristo que ha vuelto, se le creería? ¿No esperaban al Mesías, los hebreos cuando apareció en escena Jesús? Y ¿cómo sería su retorno, algo fastuoso, lumínico o como dice al Apocalipsis; descendiendo de la nueva Jerusalén? ¿Y no es esa visión muy parecida a una gran nave espacial?
La respuesta es obvia para los que viven y mueren en una "fe falsa yllena de falsos profetas". La respuesta es compleja para quienes creen, como yo, que la realidad es más de lo que uno pudiera creer.
Pero esa complejidad al menos permite responder de manera más pura, más eficiente, más integrada al universo, las grandes interrogantes de la humanidad: de dónde venimos, por qué estamos y hacia dónde vamos. Por eso me adscribo al Sideralismo.
Lo que llamamos la "historia espiritual del pueblo elegido", por ejemplo, no es más que la historia de un pueblo "elegido" por los "Dioses" para su manipulación a través de las épocas. ¿Acaso no fueron ayudados por ese "Dios" en Sodoma y Gomorra o en Jericó, o en la salida de Egipto, en las plagas, o en el cruce del mar rojo?. Pero, dónde estuvo ese "Dios" para evitar el holocausto judío en donde millones fueron victimizados alevosamente, constituyendo uno de los mayores crímenes que la propia humanidad se ha hecho a sí misma? Nos falta tanto por aprender.
Porque dichas apariciones y asociaciones guardan relación con la capacidad de asombro y la ignorancia tecno – científica que la humanidad ha tenido. La capacidad de comprender cosas. Quizás, nos falten cientos, acaso miles de años para comprender muchas otras.. Del mismo modo como antiguamente un epiléptico era considerado como un poseído de Satanás, del mismo modo, un hombre que pudiera volar era considerado como “ángel” por la cultura judeo – cristiana. Del mismo modo lo creemos todo y no creemos nada.
Finalmente, entonces la mitología greco- romana guarda secretos que mientras no se cambie la manera de cómo se aborda permanecerán bajo el velo del misterio más absoluto. Lo mismo pasa con la Biblia. Mientras no se acepte que dichas escrituras no son más que las crónicas de un pueblo que fue elegido por seres que están más allá de la fe.
La Biblia, acaso no ha experimentado cambios sustantivos en su compendio, acaso no fueron hombres los que reunidos se pusieron de acuerdo en qué libros debería contener, incluyendo unos, objetando otros, los manuscritos de los Esenios o apócrifos por qué no están dentro? Y ¿si Magdalena hubiera sido la esposa de Cristo, cuál es el problema en ello o si Cristo hubiera tenido descendencia?. El problema está en el poder que se pierde. En el sentido misógino que ha tenido, a lo largo de los siglos, la iglesia católica. El Apocalipsis dice "que bajará del cielo la nueva Jerusalén" ¿y si esta "nueva Jerusalén" es una inmensa nave espacial, qué dirían entonces "los creyentes"?
Toda la historia humana, cultura que sea, guarda algún atisbo de intervención de los "Dioses". Ignorarlo es aumentar el poder de quienes de algún modo lo saben o lo sospechan o simplemente se vuelcan en la indiferencia total. Son los señores de "esta realidad" Los “señores de la fe”.
NOSTRADAMUS Y SUS DIOSES
Sabemos que no hay nada historiográfico irrefutable sobre alienígenas ni existe evidencia fidedigna y contundente de contactos extraterrestres con culturas humanas, aunque haya innumerables indicios repartidos en todas las culturas sobre el tema ni nada tampoco sabemos de viajeros del tiempo o dimensionales, etc., Pero, ¿qué hubiera pasado si tales contactos se hubieran dado? ¿sería la misma historia que hoy aprendemos de los libros?.
Pues entonces, hay algo detrás en la idea que un supuesto y, a todas luces, fervoroso cristiano apostólico romano, como Nostradamus se refiera en la cuarteta XCI de la I Centuria a “Los dioses” Que su propia fe o creencia no le dicta que hay un solo Dios y que puede incluso ignorar tal visiones. ¿Por qué habla de Dioses si hay un solo Dios, supuestamente? Y si fueran otro tipo de “dioses” ¿por qué emplear el plural de una categoría que es exclusiva y única y no otra alternativa, por ejemplo?
Nostradamus con el acceso que tiene al futuro, sabe. Sabe de enfermedades nuevas, sabe de invenciones, de artefactos cuya complejidad tecnológica va más allá de la imaginación propia del siglo XVI y que dejarían pasmado a cualquiera. Nostradamus sabe de nuevas armas, de nuevos países, de nuevas guerras. Sabe, incluso de viajes al espacio y por qué no decirlo, sabe de lo que hoy conocemos como la ufología. Entonces no es de extrañar que en la cuarteta XCI señale “Los dioses” porque en definitiva, son ellos los que nos conectan con la divinidad.
En definitiva, en la cuarteta XCI de la I Centuria, Nostradamus plasma sin lugar a dudas su verdadero pensamiento. El cree en “Dioses” porque los ve, los visiona con ayuda de ellos mismos y los conceptualiza como tales. Pero tamaño evento no puede ser divulgado a humanos que su capacidad de asombro es tan inmensa como su fanatismo religioso. Por ello utiliza la poesía como recipiente esencial para plasmar todo ese futuro que un “Dios” le hizo ver. Porque con ese recipiente accede a la imaginación cosa que no era del todo perseguida ni castigada en los tiempos de Nostradamus.
Los Dioses para Nostradamus pertenecen al espacio. Son extraterrestres. Y los define como dioses porque sabe además que el concepto “Deus” (Díos en latín) significa Dios, señor y creador de todo. En otra cuarteta, me refiero a la LXXVIII de la II Centuria Nostradamus refiere sobre el triángulo de las Bermudas, “el oculto mal del cielo”. Es poco lógico e improbable que Dios se ocupe de ocultar un mal bajo las aguas del caribe. Obviamente, se está refiriendo a los que pertenecen al cielo, a los dioses o mejor dicho a los seres que no son de este planeta sino que son de alguna manera nuestros creadores. Y curioso que el propio Apocalipsis señale metafóricamente que después de una tremenda batalla en el cielo, los “Ángeles de Dios” hayan vencido a las legiones de Lucifer y, los hayan enviados a la tierra.
Y más que curioso entonces es el mito de prometeo. O la lucha entre titanes y los Dioses del Olimpo. En pocas palabras, Jamás la fe misma o alguna religión podría aceptar que la tierra y su entorno más inmediato en el sistema Solar, y éste dentro de la vía Láctea y ésta dentro de millones y millones de galaxias conocidas quizás y otros millones de millones más sin conocer, que la humanidad no es custodia de ningún Dios como aquel que nos ha sido heredado bajo textos y creencias que abiertamente corresponden a encuentros cercanos de "otros seres". No se trata de negar la existencia de Dios. Dios o el creador o la fuerza única que nos une a lo creado, existe, pero está más allá de la comprensión humana. Incluso valórica. Puesto que, hasta los valores dependen de las jerarquías que cada sociedad, a través de su desarrollo, se vaya dando.
Esos "Dioses" si existen, creer lo contrario, es absurdo dada la inmensidad de lo creado. Nostradamus mismo confiaba en sus cálculos astronómicos para, según él,, corresponderlos con los eventos históricos de la humanidad?. Los eventos históricos terrestres pueden ser calculados desde las estrellas?. ¿No fueron los Mayas los que construyeron un sistema de medición del tiempo tan exacto que ni siquiera tenían dentro de sus tecnologías un reloj atómico o algún satélite y mirando las estrellas? ¿No fueron los egipcios los que levantaron pirámides cuyas medidas son exactas con respeto a distancias celestes?. Ni siquiera los ""curiosos científicos" se ponen de acuerdo de por qué o cómo se levantaron los Moais en Isla de Pascua en Chile? ¿Un mero legado para los vecinos de los isleños, si esa pequeña isla está en mitad de la nada misma? Y ¿qué hay detrás de la relación entre los mayas y esa remota isla? o ¿cuál es el propósito de Stonehenge o cómo pudieron levantarse las pirámides en Egipto, o cómo fue posible su particular parecido con las pirámides americanas? o ¿acaso Platón en sus diálogos, miente sobre la existencia de la Atlántida, tal como Homero mintió sobre Troya en la Illiada?, y qué me dicen de los petroglifos de Nazca en Perú ¿para qué hacer algo que se pueda sólo observar desde el cielo si en aquella época no existían las aerolíneas?
Y siguiendo con la Atlántida, Se dice que el nombre de Atlántida fue dado en honor de su primer gobernante, Atlas, uno de los hijos de Poseidón que se rebeló contra los dioses y fue condenado por Zeus a cargar sobre los hombros la bóveda del cielo.¿Curioso hasta el extremo no?, Podría alguien explicarme el por qué el Apocalipsis habla de una terrible batalla en los cielos siendo muy parecido el relato en la mitología griega en torno a la lucha entre Titanes y Dioses? O el mismo Diluvio Universal, como parte de míticos eventos por qué tantas culturas hablan de lo mismo y muchas de ellas sin contacto aparente entre sí?. Hay mucha más realidad de lo que nos han enseñado, de lo que hemos percibido, porque si bien nuestra capacidad de asombro, cada vez se hace más pequeña, no es menos cierto que para comprender tamaños eventos o sucesos o relaciones debemos ineludiblemente prescindir de lo que siempre nos han enseñado y de lo que hemos aprendido.
No tapemos el sol con un dedo, nadie reconoce ni explica la existencia de Ovnis y sin embargo, los avistamientos, las abducciones, los encuentros son cada vez más que contundentes o no. Los "milagros" están a la vista. O es más fácil creer en los milagros "de la religión? Si hasta el rezo más conocido que se tiene nos habla de aquello: "Padre nuestro que estás en el cielo y en la tierra". Curioso no.
Es decir, todo el universo está relacionado. Y aunque seamos insignificantes en lo inimaginable, cumplimos un propósito pero todavía no somos capaces de aprehenderlo con sabiduría y conocimiento. Y esos seres los saben. Nostradamus lo sabe.
Y tal como los antiguos indígenas en América se proporcionaron creencias, como los mayas, los Hopis, los Incas, los aztecas. Todos profundamente conectados con el Universo, y fueron avasallados incluso religiosamente por los ignorantes conquistadores europeos, Acabando con su fértiles culturas. Así también, en algún día no muy lejano, nosotros seremos los avasallados por otras civilizaciones que consideren que nuestras creencias son paganas y mitológicas. La religión es poder. La espiritualidad es conexión.
Esa diferencia permite que la verdad sea vista por una mente abierta y pura, conectada al universo, a los Dioses y no por una mente enclaustrada en un fanatismo religioso sin precedentes en la historia de la humanidad. "Los Dioses", en consecuencia para Nostradamus son extraterrestres. Quizás para la cultura greco - romana también y otras. No es curioso que todos los Dioses de muchas culturas guarden relación con el cielo o con el espacio o con volar? Incluso, Cristo señaló que su reino no era de este mundo. Y aunque las interpretaciones de esta frase sean antojadizas y llenas de fe. Lo cierto es que dicha frase habla por sí sola.
Y todas las enigmáticas verdades, las que sean, aunque no estén aceptadas por todos ni siquiera científicamente, tienen algo de verdad. Lo demás es simplemente poder y corrupción. Poder para mantener el status quo, el dominio, la influencia. Verdades que no son. Haciendo un paralelo un tanto cinematográfico, diré que es la verdad de la Matriz.
Incluso no es de extrañar, entonces, que las mismas interpretaciones de las cuartetas que usualmente observamos en cualquier medio, tengan un grado no menor de conspiración, de engaño, de encubrimiento, de estupidez. "Miente que algo queda", dice el refrán. La verdad está más allá de lo que tú crees o yo creo quizás, pero en definitiva, está más cerca de aquella verdad que nadie acepta. Ya poseemos una capacidad de asombro llena. Solo queda esperar el advenimiento de la última verdad. En el universo y en el tiempo y las dimensiones nunca estuvimos ni estamos ni estaremos solos. En algún lugar del cosmos están los “Dioses” de Nostradamus. Nuestros “Dioses”.